Sin ninguna duda, es posible. Desde esta premisa nosotras, Lareira Social, transitamos por la primera fase de un camino colectivo, desde el HUB GENERA, Faenando Futuro, de Confederación Salud Mental España, desde una propuesta en la que rechazamos modelos de empleo asfixiantes,  desiguales o excluyentes.

Buscamos opciones no coercitivas, en la que aprendemos y profundizamos en el desarrollo de competencias, intereses, empleos y oportunidades que refuerzan la independencia económica y la defensa de derechos de todas las mujeres rurales, y en especial, de aquellas de mujeres con sufrimientos psíquicos, con discapacidades psicosociales que viven en el rural.

La idea que desde Lareira Social defendemos y sobre la que se construye HUB GENERA, Faenando Futuro, gira alrededor de todo ello y se acerca a este propósito desde un modelo que prima a las personas, a las mujeres rurales, antes que la rentabilidad económica y plantea las condiciones mínimamente exigibles para que estas necesidades encuentren una fórmula que las articule y equilibre.

En esta primera fase, investigamos, compartimos, aprendimos juntas, mujeres y hombres con y sin trastornos mentales representantes de diez federaciones autonómicas de la red asociativa de la Confederación Salud Mental España. Trabajamos a través de una metodología innovadora, basada en el diálogo permanente de una COMUNIDAD GENERA que crece, se adapta a los cambios y responde ante nuevas demandas.

Entrelazamos saberes, experiencias y reflexiones vinculadas a la economía social y solidaria, a la economía de los cuidados, al desarrollo rural inclusivo, al empoderamiento feminista, a la gobernanza y participación en el medio rural.

 

La fortaleza del proyecto descansa también en priorizar un modelo social que reconoce que las discapacidades se enmarcan en los contextos, no son un estado definitivo de las personas, sino un concepto en constante evolución, que demanda cambios contextuales, laborales, socio-políticos y cambios en el imaginario colectivo que lo difunde.

Incluimos, la obligatoria perspectiva de género para no incurrir en discriminaciones múltiples y ocultas, el reconocimiento de derechos, la participación y la toma de decisiones de las mujeres rurales con sufrimientos psíquicos, imprescindible para decidir sobre nuestro futuro, el diálogo horizontal, la escucha atenta, empatía y la creación colectiva que rompe fronteras y desbloquea miradas clásicas.

Nosotras, nunca dejaremos de apostar por formas de hacer y pensar que posibilitan colaboraciones equitativas y nos acercan a nuestros sueños necesarios. Gracias a todas por hacerlo posible.

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